El cambio de clima, especialmente durante las transiciones entre estaciones, puede tener un impacto significativo en la salud de los más pequeños. Como pediatra, he visto cómo estas variaciones en la temperatura y la humedad pueden aumentar la incidencia de infecciones respiratorias en niños y niñas. Por ello, es importante que los padres y cuidadores estemos atentos a las señales de alerta y sepamos cómo actuar para proteger la salud de sus hijos.
¿Qué son las infecciones respiratorias?
Las infecciones respiratorias son enfermedades que afectan el sistema respiratorio, incluyendo la nariz, la garganta, los bronquios y los pulmones. Estas pueden clasificarse en dos tipos principales:
Infecciones respiratorias altas: afectan la nariz, los senos paranasales, la garganta y las vías respiratorias superiores. Ejemplos comunes son el resfriado común, la faringitis y la sinusitis.
Infecciones respiratorias bajas: afectan los bronquios y los pulmones. Ejemplos incluyen la bronquitis, la neumonía y la bronquiolitis.
Los niños son particularmente vulnerables a estas infecciones debido a que su sistema inmunológico aún está en desarrollo. Además, factores como el contacto cercano con otros niños, así como la exposición a cambios bruscos de temperatura, pueden aumentar el riesgo.
¿Por qué el cambio de clima afecta tanto?
Cuando cambia el clima, especialmente durante el otoño e invierno, se producen ciertas condiciones que favorecen las infecciones respiratorias:
– Bajas temperaturas: El frío puede debilitar las defensas naturales del cuerpo y hacer que los virus tengan más facilidad para infectar las vías respiratorias.
– Ambientes cerrados: Durante épocas frías, solemos pasar más tiempo en espacios cerrados y con poca ventilación, lo que facilita la transmisión de virus y bacterias.
– Aire seco: La calefacción o la baja humedad pueden resecar las mucosas de la nariz y la garganta, disminuyendo su capacidad para filtrar gérmenes.
Estos factores hacen que los niños sean más propensos a desarrollar infecciones respiratorias en esta época del año. Por eso es fundamental estar atentos a los primeros signos.
Señales de alerta de infecciones respiratorias
Es normal que los niños presenten resfriados ocasionales, pero hay ciertos síntomas que no debemos ignorar porque podrían indicar una infección más seria. Aquí te detallo algunas señales de alerta que requieren atención médica:
Fiebre persistente o alta
La fiebre es una respuesta del cuerpo para combatir infecciones, pero si es muy alta (superior a 39 °C) o dura más de 48 horas, es importante consultar al pediatra.
En bebés menores de 3 meses, cualquier fiebre debe ser evaluada inmediatamente.
Dificultad para respirar
Si notas que tu hijo respira rápido, se le hunden las costillas al respirar (retracciones) o parece estar haciendo un esfuerzo excesivo para respirar, busca atención médica de inmediato.
Otros signos preocupantes incluyen silbidos al respirar (sibilancias) o pausas en la respiración (apneas).
Tos persistente o severa
Una tos leve puede ser parte de un resfriado común, pero una tos intensa, con sonidos como ladridos (posible crup) o acompañada de vómitos, debe ser evaluada.
Si hay sangre en la flema o si la tos no mejora después de una semana, también es motivo para consultar.
Cianosis (coloración azulada)
Si notas que los labios, las uñas o la piel de tu hijo tienen un tono azulado, esto indica falta de oxígeno y requiere atención médica inmediata.
Decaimiento extremo
Si tu hijo está muy somnoliento, irritable o no responde como lo haría normalmente, puede ser señal de que algo no está bien.
Dolor en el pecho
El dolor en el pecho al respirar o toser podría indicar una infección más seria, como neumonía.
Falta de apetito o deshidratación
Si tu hijo no quiere comer ni beber, tiene menos pañales mojados de lo habitual o muestra signos de deshidratación (boca seca, llanto sin lágrimas), es importante actuar rápidamente.
¿Cómo prevenir las infecciones respiratorias?
Aunque no podemos evitar por completo que los niños se enfermen, hay medidas que podemos tomar para reducir el riesgo:
· Enseña a tus hijos a lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a eliminar virus y bacterias.
· Asegúrate de que tu hijo tenga al día todas sus vacunas, incluidas las contra la gripe y el neumococo.
· Abriga adecuadamente a tu hijo cuando salga al exterior y evita exponerlo a corrientes de aire frío.
· Una dieta equilibrada fortalece el sistema inmunológico. Incluye frutas ricas en vitamina C como naranjas y kiwis.
· Asegúrate de que tu hijo beba suficiente agua para mantener sus mucosas húmedas.
· Aunque haga frío, ventila los espacios cerrados diariamente para renovar el aire y reducir la concentración de gérmenes.
· Si alguien en casa está resfriado o tiene gripe, procura minimizar el contacto directo con el niño.
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¿Cuándo acudir al médico?
El cambio de clima puede ser un desafío para la salud respiratoria de los niños, pero con atención y cuidado podemos minimizar los riesgos. Estar alerta a las señales tempranas y tomar medidas preventivas marcará una gran diferencia en el bienestar de tus hijos.
Si notas alguna de las señales de alerta mencionadas anteriormente o si simplemente tienes dudas sobre la salud de tu hijo, no dudes en consultar al pediatra. Es mejor prevenir que lamentar.Si quieres recibir más consejos para prevenir y detectar a tiempo las infecciones respiratorias en tus hijos, ¡sígueme en mis redes sociales! Me consigues en Instagram, Facebook, Twitter y LinkedIn. Trabajemos juntos para garantizar a nuestros pequeños una vida saludable, con hábitos que impulsen al máximo su bienestar.